24 de septiembre de 2010

TRABAJO ACERCA DE JOSÉ ORTEGA Y GAZZET


JOSÉ ORTEGA Y GAZZET


«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo»


·         BIOGRAFÍA

José Ortega y Gasset (Madrid, 9 de mayo de 1883 – Madrid, 18 de octubre de 1955) fue un filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica, situado en el movimiento del Novecentismo.

Nacido en una familia madrileña acomodada perteneciente al círculo de la alta burguesía del lugar, entre 1891 y 1897 estudiaría en el Colegio jesuita San Estanislao de Kostka en Málaga. Su abuelo materno gallego, Eduardo Gasset y Artime, había fundado el periódico El Imparcial, que más tarde su padre, José Ortega Munilla, pasaría a dirigir.

Así, cabe destacar que Ortega y Gasset se crió en un ambiente culto, muy vinculado al mundo del periodismo y la política. Su etapa universitaria comienza con su incorporación a los estudios de la Universidad de Deusto, Bilbao (1897–98) y prosigue en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid (18981904).

Doctor en Filosofía de la Universidad de Madrid (1904) con su obra Los terrores del año mil. Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1907 realizó estudios en Alemania: Leipzig, Núremberg, Colonia, Berlín y, sobre todo, Marburgo. En esta última, se vio influido por el neokantismo de Hermann Cohen y Paul Natorp, entre otros.

De regreso a España es nombrado profesor numerario de psicología, lógica y ética de la Escuela Superior del Magisterio de Madrid (1909), y en octubre de 1910 gana por oposición la cátedra de metafísica de la Universidad Central, vacante tras el fallecimiento de Nicolás Salmerón.

Tras casarse con Rosa Spottorno, en 1914 nace en Madrid su hija, Soledad Ortega Spottorno, quién en 1978 creó la Fundación José Ortega y Gasset, de la que será su presidenta de honor. En 1918 nació su hijo José Ortega Spottorno, que será ingeniero agrónomo.

Colaborador del diario El Sol desde 1917, donde publica bajo la forma de folletones dos obras importantes: España invertebrada y La rebelión de las masas. Durante la II República es elegido diputado por la provincia de León, cargo en el que permaneció durante un año. En 1923 funda la Revista de Occidente, siendo su director hasta 1936.

Desde esta publicación promoverá la traducción y comentario de las más importantes tendencias filosóficas y científicas en nombres tales como: Oswald Spengler, Johan Huizinga, Edmund Husserl, Georg Simmel, Jakob von Uexküll, Heinz Heimsoeth, Franz Brentano, Hans Driesch, Ernst Müller, Alexander Pfänder, Bertrand Russell y otros.

Cuando comenzó la Guerra Civil Española en julio de 1936, Ortega se hallaba enfermo en su domicilio; apenas tres días tras el comienzo de la contienda, se presentaron en su domicilio varios comunistas armados de pistolas que exigieron su firma al pie de un manifiesto contra el Golpe de Estado y en favor del Gobierno republicano. Ortega se negó a recibirlos y fue su hija la que en una conversación con ellos —conversación que, como ella misma relató más tarde, llegó a ser muy tensa-, consiguió convencerlos de redactar otro texto muy corto y menos politizado y que, efectivamente, acabó siendo firmado por Ortega, junto con Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y otros intelectuales. En su artículo En cuanto al pacifismo, escrito ya en el exilio, se refiere Ortega a este episodio. En ese mismo mes de julio y a pesar de su grave enfermedad, huyó de España (lo que consiguió gracias a la protección de su hermano Eduardo, persona de valimiento cerca de diversos grupos políticos de izquierda) y se exilió; primero en París, luego en los Países Bajos y Argentina, hasta que en 1942 fijó su residencia en Lisboa. A partir de 1945 su presencia en España fue frecuente, pero habiéndosele impedido recuperar su cátedra (aunque al parecer consiguió cobrar sus sueldos atrasados), optó por fundar un «Instituto de Humanidades» donde impartía sus lecciones. Durante estos años, y hasta su muerte en 1955, fue fuera de España —sobre todo en Alemania—, donde recibió el crédito y las oportunidades de expresión que correspondían a su prestigio.

Ortega y Gasset ejerció una gran influencia en la filosofía española del siglo XX no sólo por la temática de su obra filosófica, sino también por su estilo literario ágil, descrito por algunos como próximo al Quijote, que le permitió llegar fácilmente al público general.

En el siglo XX Europa se debatía entre dos corrientes de pensamiento: el vitalismo y el historicismo. Desde el vitalismo se considera que la esencia de la realidad no se reduce a la razón pura, sino a un principio originario fundamental, que es la vida. El historicismo, surgido en Alemania, sostiene que la historia es el elemento más importante para los seres humanos, el devenir de las cosas referidas al ser individual o a la comunidad en general. El ser humano es historia, y se va constituyendo a lo largo del tiempo. Como consecuencia de estas tendencias surgieron en la filosofía orteguiana los conceptos de razón vital y razón histórica.

En España cobró especial importancia el krausismo, movimiento de renovación cultural promovido por Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. A este le siguió la generación del 98, caracterizada por su preocupación por España. A este respecto, partían de una visión pesimista del presente español, provocada por su profunda crisis moral. De esta generación destaca un pensador original, asistemático y solitario, Miguel de Unamuno, que recoge en sus obras temas de Kierkegaard cuando este era prácticamente desconocido en Europa. Entre 1906 y 1912 mantuvo una amarga polémica con Ortega sobre el tema de la europeización de España o la españolización de Europa, de la que se ha difundido sobre todo la lapidaria expresión unamuniana: ¡Que inventen ellos!, que Ortega percibía como una desviación africanista del maestro y morabito salmantino.

·         OBRA

Con la frase «Yo soy yo y mi circunstancia», Ortega insiste en lo que está en torno al hombre, todo lo que le rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual. El hombre, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida algo concreto, incomparable, único: «la vida es lo individual»; es decir, yo en el mundo; y ese mundo no es propiamente una cosa o una suma de ellas, sino un escenario, porque la vida es tragedia o drama, algo que el hombre hace y le pasa con las cosas. Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En otros términos, la realidad circundante «forma la otra mitad de mi persona». Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y concreto de la persona humana.

El hombre es un ser que se encuentra inmerso, sumergido en una circunstancia (o naturaleza), la cual le presenta distintas concepciones de su estado físico y mental. Por tanto deja al hombre la misión de satisfacerlas. En el cumplimiento de tal tarea, agrega Ortega, es que el hombre crea la técnica, que, según este autor, podemos definir como «la reforma que el hombre impone a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades». Ortega y Gasset definía al hombre como un «ser compuesto de realidades circunstanciales creadas por la opacidad en la forma de pensar y en el sedentarismo como fuente inspiradora de las culturas neo pensantes incapaces de olvidar la tirantez que usurpa el conjunto de la sabiduría»

·         OBRA CUMBRE

La rebelión de las masas (publicado por primera vez en 1930 en Revista de Occidente) es uno de los libros más importantes y conocidos de José Ortega y Gasset. En el libro se analizan diversos fenómenos socialeshombre-masa. como el advenimiento de las masas al pleno poderío social, el "lleno", las aglomeraciones de gente y a partir de estos hechos, analiza y describe el concepto de lo que llama

El hombre-masa es producto de una época que se caracteriza por la estabilidad política, la seguridad económica, el confort y el orden público. El mundo que rodea al hombre no le mueve a limitarse en ningún sentido sino que alimenta sus apetitos, que en principio pueden crecer de forma indefinida.

Según Ortega y Gasset, los elementos principales de la estructura psicológica del hombre-masa serían los siguientes: Una impresión nativa y radical de que la vida es fácil, sin limitaciones trágicas. Por tanto cada individuo medio encuentra en sí una sensación de dominio y triunfo que, le invita a afirmarse a sí mismo tal cual es, a dar por bueno y completo su haber moral e intelectual, lo que le lleva a cerrarse, a no escuchar y por tanto intervendrá en todo imponiendo su vulgar opinión sin contemplaciones, según un régimen de “acción directa”. La característica principal del hombre-masa consiste en que sintiéndose vulgar, proclama el derecho a la vulgaridad y se niega a reconocer instancias superiores a él.

Delante de una sola persona podemos saber si es masa o no. Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo- en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente “como todo el mundo”, y, sin embargo, no se angustia, se siente a salvo al saberse idéntico a los demás.

Por otra parte, cuando Ortega habla de minorías, se refiere a aquel que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores. Por tanto, la división de la sociedad en masas y minorías excelentes no es una división en clases sociales, sino en clases de hombres.

El hombre integrante de la masa se cree que con lo que sabe ya tiene más que suficiente y no tiene la más mínima curiosidad por saber más. El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes. Según Ortega:

La vida humana, por su naturaleza propia, tiene que estar puesta a algo, a una empresa gloriosa o humilde, a un destino ilustre o trivial.

El hombre-masa tiene varios rasgos: libre expansión de sus deseos vitales y una radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Es decir, sólo le preocupa su bienestar y al mismo tiempo es insolidario con las causas de ese bienestar. Uno y otro rasgo componen la psicología del niño mimado. El hombre-masa es el niño mimado de la historia.

El hombre-masa es incapaz de otro esfuerzo que el estrictamente impuesto como reacción a una necesidad externa. El centro del régimen vital del hombre-masa consiste en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral alguna.

·         PROPUESTA DE PENSAMIENTO

El objetivo de la Filosofía es encontrar el Ser Fundamental del mundo. Este "Ser Fundamental" es radicalmente distinto a cualquier ser contingente o intramundano; y también es diferente a "lo dado" (expresión con la que Ortega se refería a los contenidos de nuestra conciencia = "lo dado" en nuestra conciencia). Todo contenido de conciencia es, por definición, fragmentario, y no sirve para ofrecer el sentido del mundo y de la existencia. Este sentido sólo se encuentra en el "Ser Fundamental" o "El Todo". La Filosofía es el saber que se encarga de aproximarnos a esta cuestión.

"Filosofía " en Ortega se encuentra unida a la palabra «circunstancia», que Ortega hace famosa en su expresión: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». Mantiene los principios esenciales de su perspectivismo en periodos posteriores de su pensamiento.

A partir de El tema de nuestro tiempo desarrolla el «raciovitalismo», teoría que funda el conocimiento en la vida humana como LA realidad radical, uno de cuyos componentes esenciales es la propia razón.

Para Ortega, la vida humana es la realidad radical, es decir, aquella en la que aparece y surge toda otra realidad, incluyendo cualquier sistema filosófico, real o posible. Para cada ser humano la vida toma una forma concreta.

Denomina «razón vital» a un nuevo tipo de razón —en rigor, el más antiguo y primario—, y «raciovitalismo» al modo de pensar que se apoya en su nuevo concepto de razón. La razón vital es una razón que se va realizando constantemente en la vida a la cual es inherente.

El perspectivismo o «doctrina del punto de vista» es una doctrina filosófica que sostiene que toda percepción e ideación es subjetiva. El individuo mira desde un punto de vista concreto, en una dirección propia.

Para Ortega, la perspectiva es la forma que adopta la realidad para el individuo. Esto no le hace caer en el subjetivismo, pues para él cada sujeto tiene su propia forma de acceder a la realidad, su propia parte de verdad, que puede ser incluso contradictoria con la de los demás.

La verdad absoluta, omnímoda, puede ser la suma de las perspectivas individuales o de éstas más una parte fuera de la perspectiva (no vista), que, por eso mismo, son verdaderas parcialmente. Esta verdad absoluta residiría en lo que llamamos Dios.

La razón vital es la razón que plantea Ortega, en sustitución de la razón pura cartesiana de la tradición filosófica. Esta razón integra todas las exigencias de la vida, nos enseña la primacía de esta y sus categorías fundamentales. No prescinde de las peculiaridades de cada cultura o sujeto, sino que hace compatible la racionalidad con la vida.

La razón vital es el principio clave del raciovitalismo.

·         RESPUESTA A LA PREGUNTA ¿QUÉ ES EL SER?

El concepto hombre-masa no se refiere a la clase baja, sino que trata del tipo de persona que se refleja en él, que se considera lleno de derechos pero sin ningún deber, el que tiene un nombre y se permite hacer lo que le plazca.

Sabio-ignorante también llamado. Es un tipo inmaduro que no se tiene que enfrentar a los problemas ni tomar decisiones.

La minoría es la que antepone los deberes a los derechos, la que tiene un mayor nivel de exigencias que el resto y trata de encontrar la solución a los problemas por sí misma. Representa la excelencia.

La masa va engullendo a las minorías. Los individuos caen en ella, evitando así ser objeto de sus críticas. La masa establece entonces su propia sociedad, es decir, sus propias leyes y normas hechas a su medida. La democracia, entonces, no puede aplicarse por igual en todos los campos.

Ortega entiende vocación como un proyecto vital que cada hombre tiene que llevar a cabo en esta vida a partir de las circunstancias que le ha tocado vivir.

Hay dos formas de evitarlo: por exceso y por defecto, es decir, por estar totalmente absortos del quehacer diario o porque no hacemos nada.

El proyecto vital de cada persona es su razón de ser. Cada uno tiene que descubrirlo por sí mismo. Si se lleva una vida feliz a pesar de los inconvenientes, ha acertado, si se siente vacío, ha fallado.

O quizás, creer ser feliz, no sea más que una consecuencia de completar esas vocaciones, percibidas subjetivamente, expuestas al error; haciéndose cierto que, la ignorancia es la felicidad, pues nunca alcanzamos a divisar con total claridad, el fin último de lo que llamamos "proyecto" vital.

Aún sabiendo que la elección de éste, es limitado a ésas tantas circunstancias, que forman el soporte sobre el cuál construiremos, no sin esfuerzo, lo que para cada uno será su verdad y su razón de ser. La felicidad es el fin, la obtención de la "verdad" individual y particular de cada uno, que nos aporte el equilibrio, la paz. Y es ésta paz, el término que refiere a la consecución y a la superación de circunstancias adversas, o al menos limitadoras, que nos hace saber en nuestro fuero más íntimo, que, al menos, estamos trabajando en ello.

El ser humano va siendo y dejando de ser a la vez, escogiendo unas oportunidades y desechando otras. Decimos que una persona es auténtica cuando pone en marcha su voluntad para llevar a cabo su proyecto vital. Es necesario aprovechar las oportunidades que nos brinda el tiempo y que no vuelven a repetirse. La autenticidad consiste precisamente en aprovechar esos tiempos y convertir lo que nos limita en posibilidad, con el fin de llegar a lo que debemos ser.


·         CONCEPTO PERSONAL

A nivel personal, pienso que la filosofía de vida que se encargaba de transmitir Ortega y Gazzet, es muy bueno y realista, pues se encarga de que la gente se dé cuenta de lo que está pasando por sus mentes y del futuro tan absurdo que nosotros mismos nos estamos encargando de forjar.

Al leer acerca de la vida y obra de Ortega y Gazzet, y de su pensamiento filosófico, me doy cuenta que la perspectiva de “vida” y de “avance social” que tenemos en nuestra mente está basado en una idea ilógica y tonta de lo que realmente está pasando en el mundo y de cómo esto influencia nuestra vida a diario, cambiándola para mal, para que nos volvamos una sociedad conformista y sin necesidad ni ganas de mejoramiento o superación, tanto a nivel personal como general.

A nivel personal, me siento satisfecha con la elección que hice, pues al leer los puntos de vista y la perspectiva filosófica que manejaba José Ortega y Gazzet me doy cuenta que estoy creciendo en una sociedad en la que nada importa más que la mediocridad de quedarse como se está. Una sociedad en la que a nadie le interesa superarse, para lograr tener la capacidad de ayudar a los demás en ese mismo proceso de superación.

Simplemente nos encargamos de hacer las cosas de la manera más fácil, y si todo sale bien con esta actitud dejarlo así, porque ¿Para qué nos ponemos a tratar de mejorar algo que simplemente salió bien? ¿Para qué mejorarlo si al intentarlo todo se puede dañar por completo?


Paula Andrea Gómez Galvis
Décimo B
2010

22 de septiembre de 2010

DISERTACIÓN FILOSÓFICA "ONTOLOGÍA"

DISERTACIÓN FILOSÓFICA
Paula Andrea Gómez Galvis.
Décimo B.

 
La metafísica se centra en la naturaleza de la realidad última, este estudio se divide en Ontología, que es el estudio de los principios que componen el universo, y de la metafísica propiamente hablando, que estudia los rasgos generales de la realidad. La metafísica como ciencia siempre ha sido un punto de discusión para los filósofos, ya que es difícil establecer un principio que explique porque el hombre es ser, vivo, pensante y mucho más tratar de otorgar un método que asista en la carrera continua del hombre para ser mejor, es decir que permita que las capacidades especiales que reconocen al hombre como algo especial se desarrollen completamente y permitan llegar al ser. La metafísica es importante en las “ciencias” de la filosofía, pues define al hombre como hombre y lo reconoce como un ser superior que trasciende.

 
Objetivo general: Identificar las características de la ontología - metafísica en la filosofía a través de la historia
La metafísica es la filosofía primera según Aristóteles, fue llamada así por el filósofo peripatético griego Andrónico de Rodas en el siglo I a. C. (año 70 a. C.), cuando recopilo los 14 libros de Aristóteles que estaban “más allá de la física”. Esta palabra ha adquirido un carácter que la hace referirse a cosas que trascienden la realidad humana, que no pueden ser explicadas por leyes o causas. Al contrario, para la filosofía la palabra se refiere a todo lo que es la realidad. El nombre más reciente que se le ha dado es el de ontología (óntos-lógos, ciencia o tratado del ente, o idea del ser), fue utilizado por primera vez por Johannes Clauberg (1974), se popularizo en el siglo XVII y en el siglo XVIII con Christian Wolf.

 
La diferencia entre la metafísica y la ontología esta en que la primera investiga los principios de la realidad, y como esta realidad es en todos los universos, esta adquiere un carácter más general y abstracto. La ontología en cambio, estudia las divisiones ultimas de este universo, porque lo que se centra más en la parte física de la modo humano. La ontología o metafísica tuvo origen es las preguntas acerca del hombre por parte de los griegos y al igual que la metafísica fue adquiriendo matices distintos en las diversas épocas históricas.

 
ONTOLOGÍA GRIEGA
Los primeros paradigmas fueron la pregunta por el cosmos, es decir comprender el principio del arjé (de donde nacen las cosas y a adonde revierten cuando mueren), y el de esta totalidad que nace y muere a la cual denominaron Physis (naturaleza). Estas preguntas fueron planteadas por los presocráticos a quien Aristóteles denomino “fisiólogos”. La pregunta sobre ¿Que es lo que es?, brota del principio del Physis, las sustancias que tienen un ciclo y que son el modo primerísimo del ser y conforman esta naturaleza.

 
Tales y Anaxímides, destacaron cada uno con el agua y el aire como el arjé. Después surgió el Apeirón, planteado por Anaximandro, que contenía toda causa de nacimiento y destrucción del mundo, pero el mismo era inmutable. También esta el ser como principio, que fue planteado por Parménides de Elea quien lo explico como el ente que constituía todas las cosas y les daba su existencia, pero es perceptible nada más que por la razón.

 
ONTOLOGÍA MEDIEVAL
La época medieval se caracterizo por el surgimiento de filósofos cristianos, quienes intentaron acomodar la idea de la Physis a la de Dios. Es decir que para ellos la physis es la creación. La doctrina cristiana se constituyo por dos dogmas principales, el dogma trinitario, en el cual en Dios hay una sola sustancia en tres personas distintas y el dogma cristológico, que distingue una sola persona, Cristo, como hombre y Dios perfecto, unión de las dos naturalezas divina y humana.

 
Para los escolásticos medievales el objeto propio de la metafísica fue un motivo de gran preocupación y se ocuparon en gran medida de las relaciones entre la metafísica y la teología. Agustín de Hipona reconcilia el pensamiento platónico con el dogma cristiano, esta obra se resume en la sentencia de “cree para entender”, pues la verdad buscada por la filosofía era Dios, y su acción intelectual quien es Cristo. En ontología San Agustín identifico a Dios con Ser, por ser el la identidad, la esencia. Dios es para el la inteligencia que contiene las ideas de las cosas del mundo sensible, esto significa que todas las cosas son obra e inspiración del El.

 
En esta época se manifestó el problema de los universales, que es la pregunta sobre el tipo y el conjunto de todo aquello que se asume como existente, es el nombre que se le da a un conjunto de cosas que comparten alguna característica, por ejemplo Hombre (cuando no referimos a todos los hombres), caballos, libros, etc. El problema surge cuando no se sabe real la existencia de estos términos. Boecio expreso respecto a esto que lo universal no podía ser sustancia, pues esta es singular (las cosas son singulares), y que lo universal era inmaterial y existía unido y confuso a los accidentes de las cosas (las cosas son universales, sin embargo esta proposición resultaba problemática para los filósofos a la hora de explicar la Trinidad la unidad de tres sustancias en una sola.

 
ONTOLOGÍA MODERNA
Los filósofos modernos fueron muy influidos por los avances de la ciencia experimental y la matemática, por lo que intentaron desarrollar ideas que concordaran con esos conocimientos. Esta búsqueda planteo la postulación del sujeto cognoscente, como el fundamento de la realidad.

 
El conocimiento de la metafísica en la época moderna se caracterizo por ser a priori es decir, que deriva solo de la razón, para que se diferenciara del conocimiento a posteriori, que lo hace solo de la experiencia.

 
Con Descartes se inicia este periodo y se inaugura la subjetividad, que planteaba la necesidad de postular un principio de verdad para postular una verdad. El yo-pienso, se convierte en el primer principio indudable de la nueva filosofía. La metafísica dará en teórica crítica del conocimiento, y la ontología no tratará el ser, sino de la idea del ser.

 
El racionalismo será la primera corriente filosófica que se desarrollara en este siglo, y a su vez esta desencadenara otras corrientes que serán muy importantes en el pensamiento moderno y que culminaran con el pensamiento de Kant, Hegel y Comte. Este trata acerca del conocimiento a priori, principios derivados del conocimiento de la razón. Se subdividirá en el monismo y en el dualismo. El monismo será una corriente que creía que solo existía una sustancia básica, el “monismo idealista” sostenido por el irlandés George Berkeley decía que la sustancia es mental; el “monismo materialista” aseguraba que solo es física, y era seguido por el inglés Tomas Hobbes, y el “monismo neutro” afirmaba que la materia no es ni solo mental ni solo física, y era seguido por el holandés Baruch Spinoza. Este último filósofo expuso una visión panteísta de la realidad en la que el universo es similar a Dios y cada cosa lo contiene a Él.

 
Todas las corrientes racionalistas creían que la realidad es de carácter racional y que el criterio para llegar a la verdad estaba en la conciencia.

 
La corriente contraria al racionalismo se llamo empirismo, esta consideraba los sentidos como el criterio más adecuado para llegar a la verdad. Según esta, son las sensaciones las que componen las ideas y por lo tanto la realidad solo e perceptible mediante los sentidos. Estas doctrinas se derivan del conocimiento a posteriori, para la cual este no es una representación de la realidad sino solo un reflejo de las percepciones humanas. Para los empiristas, toda especulación que no derivara de la experiencia era un sinsentido u por lo tanto la metafísica tradicional no aportaba ningún contenido real. De esta corriente se destacan David Hume, John Locke y George Berkeley.

 
ONTOLOGÍA CONTEMPORÁNEA
La negación de la metafísica en el siglo XIX representaba a veces la negación del saber filosófico, lo que resultaba una contrariedad y desemboco en que en el siglo XX surgieran corrientes que refutaran esto. Los principales contradictores fueron la filosofía analítica (principio de la verificación del significado), el existencialismo, el marxismo y el materialismo dialéctico.

 
De la Ontología contemporánea se destacan tres autores; Nietzsche, Heidegger y Zubiri.

 
La época que vivimos es una época sin metafísica, las ideas positivistas a moldeado nuestra cultura al punto de hacer desaparecer la ontología. La realidad no es asunto ya de la filosofía sino de las ciencias empíricas. Esto sin embargo fue promovido por la misma filosofía, que vio la metafísica muy complicada y se dedico a desentrañar los contenidos del lenguaje con la excusa de no caer en los errores de esta misma. Sin embargo, para algunos filósofos contemporáneos, el objetivo del positivismo acerca de vivir sin metafísica ha sido catastrófico en el desarrollo de los sucesos de nuestra época, con el desatar de las guerras y los demás problemas actuales. Además de Heidegger, filósofos como Nicolai Hartmann, Edmund Husserl y Jean Paul Sastre, representan distintas visiones de la ontología, que coinciden en el rechazo de la filosofía centrada en las esencias, lo universal, y la preocupación por lo concreto y singular; y la utilización del análisis fenomenológico como base de la filosofía.

 
Es la inteligencia del hombre la que permite al hombre aprehender todas las cosas como reales, aprensión que el denomina logos y que le permiten sentirlas, pero no saber de que se tratan. Es la capacidad de razonamiento la que le permite pasar del entendimiento racional al conocimiento, mediante la razón se conoce de verdad lo que es la realidad y se alcanza el sentido de la existencia humana como ligada y abierta a la trascendencia.

 
La ontología (o metafísica) ha sufrido diversas metamorfosis en su manera de ser vista a través de la historia y de cada una de las épocas podemos sacar una conclusión que resume su pensamiento, de los cuales podemos decir:

 
• La ontología griega juzgaba al ser como una composición de cuerpo y alma, y de cada una de estas partes los distintos filósofos griegos plantearon distintas hipótesis, se destacaron la definición de Platón, que decía que las ideas eran verdadero ser y que lo material era solo la cárcel de estas, y Aristóteles, que decía que el ser era una sustancia compuesta por alma y cuerpo.

• La ontología medieval consideraba al ser como Dios, que era el ser supremo de toda la creación y a quien el hombre debe fidelidad y obediencia, en esta época se destacaron San Agustín con el realismo y Santo Tomás con el normalismo.

• La ontología moderna se destaca por la influencia que tuvo en ella las ciencias y los conocimientos empíricos, la metafísica será tratada después de la razón y no será tan importante el que es el ser sino más bien cual es la idea del ser. De esta época se destacan muchos filósofos pero el más importante en la metafísica será Emmanuel Kant con sus ideas acerca del ser libres

• La ontología contemporánea abra casi desaparecido pues se considera que la metafísica por tratar asuntos que son trascendentes y subjetivos no se puede estudiar y saber cual es su esencia en verdad, sin embargo se destacan autores como Heidegger, Nietzsche y Zubiri, cada cual tratando de ver al ser como parte del racionamiento humano y como ser existente que posee una razón para existir, así sea solo ser arrojado al mundo para morir.

DISERTACIÓN FILOSÓFICA "COSMOLOGÍA"

DISERTACIÓN FILOSÓFICA
Paula Andrea Gómez Galvis.
Décimo B.

En primer lugar debemos mirar el concepto de cada uno de los términos para luego compararlos.

La cosmología es el estudio a gran escala de la estructura y la historia del Universo en su totalidad y, por extensión, del lugar de la humanidad en él. Se fundamenta en la pregunta ¿Cuál es el origen?, y fue el primer planteamiento que se hicieron los filósofos, por lo que se considera el primer tratado de la filosofía. El primer filósofo en plantearse este interrogante fue Tales de Milato y aun en la actualidad se busca respuesta a esta pregunta, debido a su complejidad.
 
Los elementos fundamentales que interviene en la explicación cosmológica son, pues, las Ideas y la materia, a las que hay que añadir el Demiurgo, (especie de semidiós artesano del universo, y su causa eficiente), y el vacío, necesario para explicar el movimiento. Simplificando las explicaciones, siempre alegóricas, de Platón podríamos resumir su pensamiento de la siguiente manera: las Ideas, que existen eternamente en algún lugar, son contempladas por el Demiurgo quien, admirado por su perfección y belleza pretende trasladarlas a la materia, que se halla sumida en el caos y el desorden, sometida como está al movimiento. Tomando como modelo esa perfección y belleza de las Ideas el Demiurgo modela la materia, introduciendo en su originario caos y desorden, el orden: la belleza y la armonía. El Demiurgo es presentado por Platón como un ser bondadoso cuya intención es la de hacer participar a la materia de la bondad y perfección de las Ideas, por lo que ha de suponerse que el mundo resultante es el mejor de los mundos posibles. Las imperfecciones del mismo no son atribuibles al Demiurgo, sino a las características propias de la imperfección de la materia. Por lo demás, no debemos concebir el Demiurgo como un dios creador, puesto que trabaja sobre materiales ya preexistentes.

En el centro del mundo el Demiurgo colocó un alma que se extiende por doquier por el universo, y que creó a partir de la combinación de las Ideas y de la existencia divisible del devenir, de las cosas sensibles, pero también de lo Mismo y lo Otro, gozando por ello de una realidad intermedia. Las almas inmortales son formadas también por el demiurgo a partir de una composición similar a la del alma cósmica, por lo que tanto unas como otra participan de los dos mundos. El cosmos se ve convertido así en un animal eterno.


Parece ser, pues, que la intención de Platón es la de insistir, frente a las teorías mecanicistas de Demócrito, por ejemplo, frente a un universo caótico y sin finalidad ninguna, en la visión de un cosmos ordenado siguiendo los dictados de la inteligencia. La actuación del Demiurgo está sometida, pues, a un fin: trasladar el orden del mundo de las Ideas a la materia, ofreciéndonos así una explicación finalista, teleológica, del universo.
 
La observación, la experiencia personal, y la reflexión que condujeron por buen camino a Aristóteles en sus investigaciones biológicas, lo guiaron con menor seguridad en el dominio de la Astronomía, la Física y la Mecánica. Padre de la lógica formal, tenía demasiada confianza en las deducciones lógicas a partir de premisas preconcebidas, y olvidó un poco que la lógica, privada del apoyo de la observación y de la experiencia, sólo proveía una dialéctica de la prueba, sin poder llevar a verdaderos descubrimientos. Aristóteles separa el mundo astral incorruptible e inmutable, del mundo terrestre o sublunar, lugar de cosas perecederas, y admite la dualidad de las leyes de la naturaleza.

La cosmología de Aristóteles difería en varios aspectos del modelo atomista. Aristóteles erigió el mundo a partir de cinco elementos: tierra, agua, aire, fuego y éter. Nada era casual ni accidental. Todo tenía su espacio natural y su propósito. Adoptando el sistema homocéntrico de Eudoxo materializa las esferas, que en el pensamiento de su predecesor eran abstracciones geométricas, para convertirlas en esferas cristalinas que encierran un universo esférico y finito. El lugar natural de la Tierra es el centro del universo, y todo lo semejante a ella que flota en el cosmos se desplaza en esa dirección. Éste es eterno y sus movimientos se efectúan en círculos. El éter es una substancia divina e indestructible; su espacio natural son los cielos, donde forma las estrellas y otros cuerpos celestiales. El agua, el aire y el fuego ocupan lugares intermedios. El Sol, la Luna y los planetas giran alrededor de una Tierra estática. Tales rotaciones dan forma al día y la noche.

La biodiversidad es un término designado para hacer referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad comprende igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones y con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta.

Para compararlos debemos hacer mucho énfasis en que la cosmología busca la respuesta de cuál es el origen del universo y para esto se debe saber o conocer el origen de cada cosa presente en este, allí es donde lo podemos relacionar con la biodiversidad.

Pienso que una de las mayores complicaciones para poder responder esa pregunta es el hecho de que exista la biodiversidad, pues son tantos seres y cosas, con tanto en común y diferente a la vez, que estudiarlos y conocerlos a fondo resulta complejo y aun más conocer su origen real.

Se pueden plantear muchas teorías en cada campo, pero siempre varían, eso se debe en gran parte a esa biodiversidad, a ese obstáculo de no tener una base solida y tener tantas opciones, lo que lleva a no hallar una realidad total sino algo muy confuso y enredado, así como se ve en las distintas teorías que se han creado a través de la historia sobre el origen del hombre o de la tierra, algunas de carácter científico, otras religioso, y cada una con distintos aspectos que no dejan nada claro, solo confusión y la pregunta: ¿Cuál puede ser real? ¿Alguna lo es? o ¿Faltan muchas cosas por descubrir?

Y estas preguntas a su vez nos llevan a algo mucho más allá de la cosmología, la duda metódica: ¿lo que creemos saber en realidad lo es? o ¿Debo dudar de todo lo que se y comenzar de nuevo para hallar lo verdadero? Y si así debe ser entonces, ¿Por donde comenzar?

Y así debemos comenzar por cada cosa que suponemos existe porque la vemos e ir incrementando nuestro conocimiento para tener alguna esperanza de descubrir la realidad total y precisa y por fin encontrar algo verídico con muestras concretas y solidas.

Sin embargo, la principal relación que se puede encontrar es la que vendría siendo la respuesta principal al interrogante cosmológico desde el punto de vista ambiental, es decir, desde la biodiversidad. Podemos responder esta pregunta diciendo que las cosas están hechas de los cuatro elementos del mundo: agua, fuego, tierra y aire, y estaría representado en los diferentes seres vivos e inertes que habitan la tierra y poblan esos lugares que se creen inhabitables.

Con tanta biodiversidad en el planeta, nos damos cuenta de que cada vez se crean cosas más extrañas, por lo que llegamos a preguntarnos si en verdad todo lo que nos muestran es así como nos lo muestran, o si simplemente alguien dijo “así es porque yo digo” y nos quedamos con esas razones y justificaciones.

Entramos a un punto muy importante en el que el avance de la sociedad a nivel ambiental, cultural, social, en fin, depende de las dudas que sacamos a diario de cada una de las cosas y de las demostraciones que damos a todo lo que nos proponen comprobar, pues el verdadero conocimiento se basa de pruebas y verdades comprobadas, de lo contrario no vale.

DISERTACIÓN FILOSÓFICA "APERTURA TRATADOS"

DISERTACIÓN FILOSÓFICA


Paula Andrea Gómez Galvis.
Décimo B.
Cosmología: trata de ofrecer una "narración verosímil" acerca de la formación del cosmos, utilizando para ello tanto elementos míticos (que hagan accesible a la mayoría la adquisición de estas "conjeturas") como doctrinas y explicaciones propias de otras escuelas filosóficas: el pitagorismo, el atomismo (Empédocles), etc. A diferencia de la idea de creación, propia del cristianismo, los griegos no podían concebir que algo pudiera surgir de la nada (exhilio), por lo que presuponían la preexistencia de ciertos elementos (eternos o fuera del tiempo) a partir de los cuales pudiera originarse el mundo.
Ontología: es una parte de la metafísica que estudia lo que hay, es decir cuáles entidades existen y cuáles no. Muchas preguntas tradicionales de la filosofía pueden ser entendidas como preguntas de ontología: ¿existe un Dios? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas, como los números? ¿Existen los universales?
Antropología Filosófica: es una escuela de pensamiento fundada en Alemania en los años 1920 y 1930, de filósofos, antropólogos y sociólogos; este movimiento tuvo una influencia decisiva en el panorama intelectual alemán del siglo XX.
«Nunca en la historia, tal como la conocemos, el hombre ha sido más que un problema en sí» Max Scheler.
La antropología filosófica marca un punto de inflexión en la filosofía por medio de la crítica de la tradición idealista y del dualismo cartesiano, con una concepción del hombre como una unidad física y psíquica. Fue también una respuesta a la teoría del historicismo Alemán.
Podemos especificar sobre diferentes puntos y aspectos críticos acerca del origen del mundo, en donde se diferencia la ciencia de La religión, La creación comprobada, teorías, y aspectos relevantes que comprueban el origen y la esencia como creencia y surgimiento “de la nada”, respectivamente, aunque en muchos casos podemos encontrar similitud y hasta una mezcla de ambas con significado profundo y no superficial al momento de entenderse.
Por medio de estas definiciones, y el planteamiento de las diferentes problemáticas, se plantearan más adelante diferentes concepciones críticas constructivas, sobre cada una de sus características y preguntas planteadas, hallando una concepción filosófica del tema propuesto.

La cosmología, dándose a conocer y expresar con argumentos físicos, y elementos míticos, empleando doctrinas y escuelas diferentes para basar mucho más su criterio. Entonces como ya esta nombrado, se apoya de: el pitagorismo, el atomismo (Empédocles), etc., Quienes dicen lo siguiente: El pitagorismo, A diferencia del punto de vista actual, los pitagóricos estudiaron y desarrollaron las matemáticas movidos por preocupaciones religiosas y filosóficas, lo que les condujo a una concepción religiosa y casi mágica de los números. Su fascinación por la aritmética (de los números enteros que eran los únicos que por entonces se conocían) les llevó a considerar que el arché de todas las cosas es el número. Aristóteles nos dice que los pitagóricos tuvieron varias razones para defender esta tesis:
• Su dedicación casi religiosa a la matemática
• Las semejanzas que creyeron encontrar entre los seres y los números
• El descubrimiento de que las relaciones de las escalas musicales eran expresables en números y de la existencia de proporciones matemáticas entre las diferentes cuerdas vibrantes y los distintos tonos
• La creencia de que los cielos eran armonía y número
Entonces podemos ver como no es enteramente la religión como tal, ni la creencia en si como origen del “todo”, si no técnicamente su religión su creencia eran los números, y la proporción que les proveía a ellos de la entera verdad claramente en el contexto de cada uno, con esto podemos evidenciar una parte de algo de contraposición a las posturas Griegas sobre el origen.
El atomismo fue fundado por Leucipo, desarrollado por Demócrito, criticado por Platón y Aristóteles, y posteriormente retomado por los epicúreos, como Epicuro y el poeta latino Lucrecio. El atomismo es la teoría según la cual la realidad material está compuesta de partículas indivisibles y de vacío. Según Demócrito, lo único que hay son átomos y vacío. El átomo es tan indivisible y, en sí mismo, inmutable y eterno como la esfera de Parménides. Sin embargo, a diferencia de éste último filósofo, los atomistas defendieron la existencia de movimiento pues creyeron en la existencia de vacío entre los átomos, con lo que éstos podrían moverse y enlazarse entre sí de diversos modos. El atomismo presenta una explicación materialista de lo real: todo es el resultado de la agregación y variada combinación de los átomos. Los átomos no se diferencian unos de otros por rasgos cualitativos sino por dimensiones cuantitativas y geométricas: según nos cuenta Aristóteles, Demócrito consideró que las únicas diferencias existentes entre los átomos son la cantidad, la forma (en el sentido geométrico), y la posición relativa en el interior del cuerpo: dice Aristóteles “la A difiere de la N en la figura, como AN de NA en el orden, y Z de N en la posición” (Aristóteles, Metafísica A4, 985 b 18). De este modo, las diferencias cualitativas que aparecen en el nivel de los objetos visibles se pueden explicar a partir de diferencias cuantitativas y geométricas de los átomos que componen dichos objetos.
El nacimiento y la muerte corresponde al ámbito de las distintas combinaciones de los átomos, pero no al de los átomos mismos: como en los juegos de construcción de los niños pequeños, con los mismos elementos se pueden crear muchos objetos diferentes, y cuando destruimos uno de éstos, no destruimos las piezas que lo componen. Básicamente busco aclarar y argumentar claramente la concepción de origen combinando las teorías que se usaron para mantener la idea del nacimiento del mundo desde este punto de vista. Fue necesario el conocimiento de muchos sabios presocráticos para componer una detallada red de saber, expresando lento pero claramente la visión amplia de creación.
La Ontología describe por otro lado el estudio de la manera en que se relacionan las entidades que existen. Por ejemplo, la relación entre un universal (rojo) y un particular que "lo tiene" (una manzana), o la relación entre un evento (Sócrates bebió la cicuta) y sus participantes (Sócrates y la cicuta).
El problema central de la ontología fue presentado muy elocuentemente por Willard van Orman Quine en su artículo Sobre lo que hay:
Un rasgo curioso del problema ontológico es su simplicidad. Puede formularse en dos monosílabos castellanos: « ¿Qué hay?». Puede además responderse en una sola palabra: «Todo», y todos aceptarán esta respuesta como verdadera. Sin embargo, esto es sólo decir que hay lo que hay. Queda lugar para discrepancias en casos particulares; y así la cuestión ha persistido a través de los siglos. Por medio de la metafísica, y aspectos que de ella concierne se crea otro tipo de concepción filosófica, y aparecen también las preguntas capciosas y detalladas que el hombre mismo cuestiona a partir de métodos: ¿existe un Dios? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas, como los números? ¿Existen los universales?, De nuevo una contraposición clara y concisa, anteriormente dejábamos el origen en manos sea de la religiosidad, o de lo comprobable a partir de ciencia, y matemática, basándonos en ella como otro tipo de religión, antes expuesta; Ahora se cuestiona de nuevo la existencia del Dios creador, por la concepción presocrática Griega del nacimiento del mundo “de la nada”, Entidades numéricas criticando y expandiendo mas temática a los Pitagóricos, y por último Las ideas como nueva sustancia de este proceso.
Se puede inferir fácilmente una nueva cadena, y especie de transformación en cada una de las problemáticas filosóficas que se presentan, constantemente se ve la contraposición de una sobre otra, dándose a entender y con argumentos enteramente validos para la defensa de la teoría de sí mismos. Cada una de las teorías analizadas anteriormente posee puntos clave que recrean la veracidad de cada una, sea en creencia, sea en sentimiento y esencia, o en argumentos de peso como lo es pruebas físicas, y detalladas de análisis.
Es imposible no pensar y criticar constructivamente cada uno de los aspectos de vida, y esto es posible a través de las ideas y pensamientos, antes mencionaba las ideas como nueva sustancia, entonces si a partir de la idea y pensamiento vamos creando el verdadero conocimiento es posible darla como algo existente, siendo nosotros entes pensantes y razonables.
Por último la Antropología Filosófica: La base de su planteamiento consistía en utilizar las enseñanzas de las ciencias naturales (biología, zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias humanas para tratar de identificar las características de la especie humana, su posición específica en el mundo en el entorno de los reinos mineral, vegetal y animal.

Es interesante saber que de aquí parten muchas de las teorías antes mencionadas, por ejemplo, la veracidad de la ciencia en cuanto al origen tanto del hombre como del cosmos, que por medio de la antropología filosófica podemos atrevernos a cuestionar naturalmente nuestro propio origen. Puedo argumentar esta antropología, uniéndome de las teorías científicas antes mencionadas, y haciendo en vez de contraposición alianza, Citando una de las grandes teorías del origen del hombre como lo es la de Darwin, por medio de nuestra propia evolución. A partir de los restos, historia y demás expresar el origen.
Como conclusión puedo decir que cada una de las explicaciones antes dadas, constituyen el mayor hallazgo del hombre, la capacidad de pensar, generar ideas, y desarrollar la razón como la verdadera sustancia de todo, el conocimiento parcial para llegar a un desarrollo pleno de nuestro origen y del cosmos, como tenga que ser… la veracidad de cada una de ellas está en la concepción del hombre ó en tal caso Dios a partir del mismo.